lunes, 12 de marzo de 2012

Escuelas que Aprenden, Eficaces y Aceleradas

Existen diversos modelos sobre qué es una Escuela que Aprende. Al abordar el tema, Santos Guerra (2000, 2002) propone “una secuencia de verbos encadenados” que como tal se constituyen en un conjunto de acciones, o  quizás más aún, etapas que pueden crear las condiciones propicias (“bucles de reflexión, comprensión y cambio”, señala el autor referido) para alcanzar el desarrollo de una escuela que aprende. Estos son: interrogarse, investigar, dialogar, comprender, mejorar, escribir, difundir, debatir, comprometerse y exigir.


Según él, estos diez “verbos” deben conjugarse colegiada, ética y políticamente. En lo primero, colegiada, porque señala la necesaria participación de todos los actores; en lo segundo, ética, pues se trata de mejorar no sólo técnicamente, sino moralmente; y respecto a lo tercero, por el carácter ideológico, social y económico que estos procesos de cambios requieren y suponen.


La actividad educativa es un continuo preguntarse, siendo la pregunta más importante si los y las estudiantes están aprendiendo. Esta pregunta debe ser constante pues la realidad cambia constantemente y con ella, todos y todas cambiamos. Una estrategia importante para una escuela que aprende, es siempre preguntarse si se está alcanzando el propósito principal de si los y las estudiantes aprenden. Pero la respuesta a ésta pregunta no puede ser sólo a través de “la intuición, de la suposición, de la arbitrariedad, de la rutina…” nos señala Santos Guerra (2000-2002), sino de la indagación rigurosa, la investigación.
Las escuelas que aprenden  necesitan las cinco disciplinas que le ofrecerán una ayuda significativa para desarrollar el perfil de estudiante que le permitan hacer frente a los problemas y presiones que se encuentra la educación en nuestros días. Estas cinco disciplinas, tienen una relación directa con la administración y constituyen una nueva forma de clasificar a las disciplinas del aprendizaje.; ya  no desde un enfoque centrado en la clasificación tradicional del saber científico; sino más bien desde aquellas disciplinas que en su conjunto nos permiten construir una nueva forma de concebir a las escuelas como entes que aprenden. Estas disciplinas son:
§  Dominio personal. Es la disciplina que forma el aspecto de la imagen personal y social del individuo. Se necesita formar estudiantes con una imagen personal coherente a su proyecto  de vida y a su visión personal de ver el mundo y las cosas, a los resultados o metas que desea obtener en ese proyecto de vida.

§  Visión compartida. Esta disciplina está basada en fijar un propósito común de la comunidad educativa (maestros, administradores y personal escolar). La visión compartida implica aprender a alimentar y enriquecer el sentido de compromiso, las metas, la imagen que comparten como grupo u organización, así como las estrategias corporativas que les permitan llegar a esa visión compartida.

§  Modelos mentales. Esta disciplina está centrada en principios de reflexión e investigación. Se enfoca a desarrollar conciencia de actitudes y  percepciones, tanto a nivel personal como a nivel grupal. Esta disciplina implica el desarrollo de una escuela que aprende en un marco de libre expresión, en el que los estudiantes hablan, discuten y toman decisiones frente a situaciones delicadas del proceso educativo.

§  Aprendizaje en equipo. Es la disciplina de la interacción, del trabajo cooperativo en un grupo. Como señala Senge: “Con técnicas como el diálogo  y la discusión, grupos pequeños de personas transforman su criterio colectivo y aprenden a movilizar sus energías para alcanzar metas comunes y desarrollar una inteligencia  y una capacidad mayores que la suma de talentos individuales de sus miembros”. Esta disciplina permite desarrollar capacidades de trabajo colaborativo tanto en el aula, como en el trabajo entre padres y maestros, entre miembros de la comunidad y en los grupos pilotos que trabajan por el cambio escolar.

§  Pensar en sistemas. Es la quinta disciplina, la que permite aprender a entender mejor la interdependencia y el cambio, y por tanto hacer mejor frente a las situaciones personales derivadas de nuestras actitudes y comportamientos. El crecimiento y la estabilidad de la persona se logra a través de dos tendencias básicas de un sistema organizacional: la retroinformación y la complejidad básica; por ello, los diagramas de flujo, arquetipos de sistemas, laboratorios de aprendizaje y simulaciones ayudan a comprender desde una perspectiva más globalizadora o totalizadora los contenidos y alcances de las materias que aprenden los estudiantes.
Los docentes  interesados en mejorar la calidad de sus instituciones cuando conocen esta propuesta organizacional y disciplinaria para  gerenciar los aprendizajes en la escuela suelen coincidir que resulta una tarea complicada  el cómo implementarlas y qué estrategias utilizar para su efectividad en los logros educacionales de los estudiantes. La mayoría de maestros adquiere los conocimientos de la quinta disciplina en su formación a nivel posgradual, y suele valorarlo como interesante y novedoso; y a la vez como complejo en la práctica porque suponen nuevos roles para el profesor y el estudiante.
En las escuelas que aprenden los maestros son considerados como verdaderos agentes de cambio educativo y social y poseen tres actitudes fundamentales, como señala Senge. Primera: Toda la escuela debe tener como parte de su propósito básico la promoción, desarrollo, cuidado y seguridad de sus maestros, reconociendo así su importancia. Segunda: los maestros actúan como administradores para todos los estudiantes y fomentan las relaciones de unos con otros y con la base de los conocimientos. Administración significa compromiso con toda la comunidad que aprende en la escuela, no solamente con su propio salón de clases y sus propios estudiantes. Tercera: los maestros son ellos mismos aprendices y sus conocimientos de las asignaturas o área del currículo escolar y del arte de enseñar evolucionan a lo largo de la vida. 
De todas estas actitudes destaco,  a mi juicio, la competencia más importante que debe poseer el maestro en las escuelas que aprenden, la capacidad para articular de una manera creativa, dinámica y contextualizada el conocimiento y aprendizaje, sistema de redes y relaciones que debe fomentar significativamente en sus estudiantes. Es tarea de las escuelas que aprenden aumentar la conciencia que los estudiantes, los maestros  y otras personas desarrollen las conexiones entre conocimiento y aprendizaje, considerando el andamiaje de saberes, experiencias, sentimientos, creencias,  aptitudes, principios, etc.  para fortalecer el proceso de aprender.

Sin lugar a dudas estas reflexiones y conocimientos nos exigen a todos los maestros a realizar un proceso de análisis y valoración de nuestro aporte profesional  de la enseñanza que ofrecemos en nuestras instituciones educativas. Esta nueva propuesta de escuelas que aprenden nos exige ver al mundo escolar desde otra óptica , no cómo lo habíamos visto antes; sino con una visión más global y transformadora, los maestros de estos tiempos necesitamos actuar en la escuela, modificarla con eficiencia, necesitamos ser capaces para adaptarnos a una gran variedad de circunstancias para poder hacer de nuestras escuelas verdaderas instituciones del conocimiento y del aprendizaje, instituciones que se parezcan más a las organizaciones que aprenden




El programa escuelas aceleradas nació en California, Estados Unidos con la idea de disminuir la brecha de renimiento entre alumnos aventajados y desventajados de escuelas primarias. Su principal promotor es Henri Levin.

Este proyecto parte de la base que, sobre todo en contextos de vulnerabilidad social es la escuela y no el niño el responsable del fracaso escolar.

Para evitarlo, el proyecto se fija la meta de disminuir la brecha entre los estudiantes más aventajados de aquellos que van quedando más atrás en la educación básica. Así, al pasar a la educación secundaria pueden continuar estudios, desapegándose de la brecha de origen y nivelando sus resultados a los mejores de la clase.

La terminología de 'aceleración' se utiliza en contraposición a la 'ralentización' con que suelen ser abordados aquellos estudiantes con mayores dificultades. La palabra se utiliza como un empuje de energía para los grandes cambios que requiere la escuela internamente para resultar exitosa.
Varias experiencias han mostrado que 'creer que los alumnos pueden aprender' marca una diferencia entre una escuela y otra, señaló Soler, agregando que sin importar si son niños en riesgo social y de familias de pocos recursos o no, creer en ellos es un punto crucial'.

'La clave es no tratarlos como niños vulnerables, sino fijarse en sus fortalezas y habilidades y, a partir de ahí, ir enriqueciendo el currículum escolar', explica Soler.
A juicio de Levin los niños que provienen de familias con menores recursos suelen ser etiquetados con un estigma de inferioridad y perciben la escuela como algo irrelevante en sus vidas. De ahí la necesidad de promover estímulos que involucren a los alumnos en sus aprendizajes.


Tres son los elementos estructurales de las llamadas 'escuelas aceleradas'

1.- La totalidad del curriculum enfatiza el uso del lenguaje en todas sus asignaturas, incluso en materias como matemáticas o ciencias. Cada estudiante es visto como sujeto de su propia educación y son apoyados tanto por profesores como por alumnos tutores. En ese sentido el rol de los docente en una escuela acelerada es más el de un acompañador y guía de las actividades del estudiante más que un "distribuidor de conocimientos".

2.- La práctica pedagógica en las escuelas aceleradas promueve las experiencia de aprendizaje activo. Para ello cada estudiante es invitado a descubrir, experimentar y construir.

3.- Se caracterizan por contar con una amplia participación de todos los actores de la escuela en la toma de decisiones: profesores, padres y apoderados, equipo directivo y estudiantes desde un cierto grado en adelante.

A modo de conclusión diremos que el concepto de Escuelas Aceleradas trata de partir de las posibilidades del alumno, de sus potencialidades. La diversidad es algo natural, por ello estas escuelas tratan de cambiar esta cultura y pensar que todos sus alumnos pueden mejorar, y que por tanto, con todos se puede contar y a la vez trabajar llegando así a altas expectativas. Podemos decir que es una "actitud global ante la educación".


Si entendemos una escuela efectiva, como aquella que logra lo que se propone y que además tiene éxito en lo que hace, notaremos que sus requerimientos son los mismos de cualquier organización que desee ser eficaz en la consecución de sus metas y alcance de sus objetivos, por tanto, de acuerdo a las demandas de la sociedad actual, global y de nuevas tecnologías, se torna imperante generar las condiciones que favorezcan la formación de organizaciones educativas en las que se dé en forma eficiente la Gestión del Conocimiento, principalmente porque son comunidades de aprendizaje, donde los flujos de conocimiento juegan un rol principal generando repercusiones en la dirección de desarrollo de la sociedad, la organización educacional   administra   el conocimiento, creándolo y transformándolo, lo que le   permite a la escuela convertirse   idealmente en un sistema organizacional inteligente, capaz de aprender a aprender, de adaptarse a los continuos cambios sociales, adecuarse a los contextos, resolver problemas, ampliando, mejorando el desempeño y generando nuevo conocimiento que permita sostener en el tiempo logros o ventajas.
 

Una escuela eficaz para poder ser tal debe tener claro cual es su misión, la cual es logra el aprendizaje cognoscitivo y en valores del alumno, los docentes de estas escuelas deben mantenerse involucrados como un todo comprometiéndose con los alumnos, la escuela y su comunidad. El trabajo que realizan es en equipo luchando juntos en post de mejorar el centro educativo dejando de lado egoísmos o actitudes que estarían fuera de lugar y que no contribuirían a un desarrollo sostenido de la escuela.

Ya que las autoridades y los docentes realizan su misión comprometidos con el cambio, los alumnos de las escuelas eficaces se sienten valorados por sus profesores y las relaciones entre los distintos miembros de la comunidad educativa son las ideales, para crear un clima de seguridad y afectividad.

Es sabido que la dirección es el motor de desarrollo de toda institución educativa y lo es mas en las escuelas eficaces pues el director/a es una persona comprometida con la escuela, con los docentes y con los alumnos, un buen profesional, con una alta capacidad técnica y que asume un fuerte liderazgo en la comunidad escolar. Es una dirección colegiada, en cooperación entre distintas personas: que comparten liderazgo pedagógico y administrativo.
Pero el tratamiento de una escuela eficaz va mucho más allá de la organización del plantel; una escuela de este tipo debe ocuparse también del aspecto pedagógico y es por ello que el currículo utilizado debe tener estándares de calidad. Las clases se preparan adecuadamente y se dedica tiempo a ello, asimismo las lecciones están estructuradas y son claras. Se realizan actividades variadas, con una alta participación de los alumnos y se utilizan en las clases las tecnologías de la información y comunicación (TIC’S).

El tiempo se identifica también como un factor de gran valía, en nuestras escuelas eficaces, la puntualidad, la optimización del tiempo de clases y la organización flexible del tiempo cumplen un rol importante.

Alumnos, padres y madres, docentes y la comunidad en su conjunto participan de forma activa en las actividades escolares, están involucrados en el funcionamiento y organización de la escuela, y contribuyen en la toma de decisiones. Por ultimo la infraestructura y la calidad académica de los docentes son factores claves, estos últimos mejorando siempre con cursos de especialización y capacitaciones dentro de su área.

A modo de conclusión cabe señalar que he mostrado de modo global algunos requisitos- por llamarlo de algún modo- que deberían tener las escuelas eficaces, basado en los logros de algunos centros educativos. Es hora de ponernos los docentes a trabajar intensamente para lograr que la cultura de eficacia pueda llegar a nuestras instituciones educativas, depende de nosotros hacer esto realidad o seguir creyendo que esto es una utopía.

Cinco (5) principios de la Escuelas Eficaces
1. La mejora de los resultados del profesorado y del alumnado será consecuencia de la mejora de la eficacia escolar.
2. Una dimensión vital en el proceso de mejora será la cultura escolar.
3. Dos factores clave en este proceso de mejora serán la historia y la organización de la escuela.
4. Una escuela eficaz debe tener prioridades que: no son muy numerosas, son cruciales, son actuales y guardan relación con las mejoras previstas, están muy vinculadas al aprendizaje y conducen a unos resultados concretos del alumnado y del profesorado.
5. Trabajar sobre las condiciones para la mejora de la eficacia, a la vez que se hace sobre el currículo.
6. Hay que establecer una estrategia de mejora.


La planificación en las escuelas Eficaces
Vincular la visión a la planificación”, en esta actividad el objetivo es intentar tener en cuenta los objetivos de la escuela a largo plazo y a dónde se quiere llegar para trabajar hacia atrás fijando cómo se llegará;
− “Planificar la acción”, esta actividad que está compuesta por cuatro pasos tiene como finalidad establecer un plan de acción adecuado a los objetivos que se quieren conseguir;
− “Control de los progresos”, con la que se quiere ayudar a usar criterios de valoración del éxito y criterios de control sobre el progreso.
− La última actividad de este capítulo es “Planificación permanente” cuyo objetivo es preparar a la escuela para ser capaz de enfrentarse a la reformulación de prioridades.


Formacion permanente del Profesorado en las escuelas Eficaces
“Aprendizaje profesional”, en la que se pretende establecer unas ideas comunes respecto al aprendizaje profesional en la escuela.
− “Análisis de las necesidades de aprendizaje”, en esta actividad se quiere profundizar en la planificación, dando importancia a las necesidades de formación que se derivaran del plan que queremos llevar a cabo en nuestro centro.
− “Llevar la formación permanente del profesorado a las aulas”, el objetivo es explorar nuevas formas de práctica docente, en concreto en esta actividad se nos anima a hacerlo por parejas.
− “Las escuelas como organizaciones que aprenden”, que consiste en hacer una pequeña evaluación de la organización de la escuela como facilitador del desarrollo profesional del docente.

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